Con una banda que rodea todo el contorno de nuestro periférico, sumado a los laterales del scroll y el logo de Redragon, tendremos una iluminación RGB completamente configurable mediante software. Que el dispositivo se adapte completamente a tus preferencias cuando de estética se trata.

De 600 a 7200 en tan solo unos pocos clicks, configurables mediante el software competente al Griffin, podremos configurar hasta cinco perfiles de DPI para cambiarlos rápidamente según necesitemos en diferentes instancias de uso.

El mouse gamer Griffin tiene un calce perfecto en la mano, con relieves curvilíneos y textura honeycomb sobre sus costados izquierdo y derecho, dando un posicionamiento y agarre cómodos para los dedos meñique, anular y pulgar que sin duda hacen su aporte al momento de utilizar el periférico por horas de forma contínua.

El Centrophorus se abre paso en el mercado demostrando que no es solo una cara bonita y una construcción sólida, sus switches Huano y su sensor Pixart 3212 óptico, aseguran movimiento fluído y clicks precisos. Todo conectado a la PC mediante una ficha USB recubierta en oro que la hace inoxidable y aporta la mejor conductividad posible.

Desde su base, contamos con pads de teflón, que cuentan con mejor deslizamiento del periférico y mejor duración que cualquier otro material. Su chasis íntegramente compuesto de ABS reforzado nos aporta un mouse resistente y duradero. En su interior nos encontraremos con un sensor óptico Pixart PWM 3212 y switches Omron, precisos y pensados para que la parte no visible sea tan óptima como su aspecto. Cable mallado es lo necesario para resistir diez mil flexiones bruscas y hasta 12 kilogramos de carga contínua. Y último pero igual de importante que todas sus características, cuenta con su ficha USB enchapada en oro, asegurando una terminación inoxidable y la mejor conductividad para nuestro periférico